martes, 13 de octubre de 2009

Carpaccio de champiñones

Foto: Playa de Borizu- Celorio- Llanes- Asturias- Spain


Cuando pensaba en carpaccio, automáticamente me venía a la mente el de carne...pero durante una visita a la Sierra de Aracena (Huelva) descubrí el carpaccio de champiñones. En un principio, me pareció una receta tan simple que posiblemente no me transmitiría nada. Me equivoqué, y de qué manera...

El efecto remineralizante de los champiñones es muy útil en caso de personas que no pueden tomar carne (contienen proteínas fácilmente asimilables) y además contenido en Selenio le confiere un efecto antioxidante. Aportan, por otro lado, una cantidad de grasas bajísima, siendo las pocas que contien muy saludables (ácido linoleico). No contienen, pues, colesterol.



Para elaborar este carpaccio escogeremos unos champiñones grandes y tersos. Además necesitaremos:

- queso parmesano rallado
- pimienta negra molida
- aceite de oliva virgen extra
- sal Maldon (o en su defecto, sal gorda tradicional)



Lavaremos los champiñones para quitarles la tierra que puedan tener.
Los secaremos con cuidado para que no se rompan.
Los filetearemos de modo que el resultado sean unas láminas lo más finitas posible.
Moleremos la pimienta por encima, añadiremos queso parmesano, un chorro de aceite de oliva, y la sal por último.




El resultado es un plato de un sabor muy especial. El sabor y la textura de los champiñones crudos no tienen nada que ver con el de los cocinados. Desde mi punto de vista este es el modo más delicioso de saborear este hongo tan habitual en nuestras mesas.

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