Hace ya muchos años (unos 25) que dejamos de veranear en casa de Otilia, en Naves (Llanes- Asturias). Para mí unos de los pueblos con más encanto de Asturias sin duda.
No obstante conservo recuerdos imborrables de mis días allí con mis abuelos, sus callejuelas, las fiestas de Santa Ana, los ensayos de los bailes regionales todas las tardes en la bolera, las escapadas al cementerio a escondidas al atardecer para ver quién tenía menos miedo, las lecheras de María y su hermana, el centro de inseminación artificial de ganado de Jacinto, el sobrino de Otilia (hoy en día la conocida sidrería "el Cabañón" que él mismo regenta), los días soleados en la Playa San Antolín con las consiguientes caminatas con la nevera, la sombrilla, las sillas (como si nos fuéramos a mudar a la playa...), los paseos hasta Punta Pestaña, de todas las veces que me caí de la bici cuando bajaba lanzada hacia la bolera, de los robles que ya no están, de la Playa de Gulpiyuri que por aquél entonces ya no estaba demasiado limpia, de Casa Raúl, del topo del patio de casa Otilia, de Paco y Eloína, de las fiestas de "prau" con Cristina- sobre todo Santa Ana el 26 de Julio-, del pozo de San Antolín y su trampolín, del monasterio...
La iglesia de San Antolín es lo único que queda del antiguo convento de monjes benedictinos construido a principios del siglo XIII sobre otro anterior problablemente del siglo XI. En la actualidad es propiedad particular y la iglesia se encuentra desacralizada (sin culto).
La playa San Antolín es la de más longitud del término Municipal de Llanes (1200 m aproximadamente) y de toda Asturias, si me apuráis. Pero esta playa está desapareciendo poco a poco. Las mareas altas impiden el acceso a la margen derecha del Río Bedón (así que ya podéis echar a correr si tenéis la toalla en Punta Pestaña y empieza a subir la marea, no sea que os quedéis dormidos en la toalla y despertéis flotando cual náufrago de Police..., el "argayu" (desprendimiento de tierra) hace peligroso el paseo playero, el río Bedón desemboca bastante sucio por no decir sucísimo (atrás quedan aquellos chapuzones en sus aguas heladas y cristalinas...), los dos chiringuitos principales están medio abandonados y no les vendría nada mal una manita de pintura de vez en cuando. Solamente hay una cosa que merece una mención especial: el chiringuito que está en la desembocadura del río. Esa mujer merece un monumento.
Este año volveremos a pasear por Naves de Llanes, ese pueblo tan "afayaizu" declarado un año el "más bonito de Asturias".
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